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thamos ORQUESTRA DEL REIAL CERCLE ARTISTIC DE BARCELONA
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Thamos (Fura dels Baus)

Música incidental para «Thamos, rey de Egipto» del varón Tobias Philipp Freiherr von Gebler.

Es el único juego de música incidental para una obra de teatro escenificada que escribió Mozart.
Gebler (1726-1786) era masón y su obra, basada en un cuento egipcio, tiene muchas similitudes con el argumento de «La flauta mágica», ya que describe la victoria de la lealtad por encima de cualquier obstáculo, una victoria evocada por medio del simbolismo del sol y la oposición entre el bien y el mal. Las ideas de la Iluminación y la francmasonería y el hecho de que esté ambientada en Egipto hacen de Thamos un prototipo de «La flauta mágica».
El otoño de 1773, para una producción vienesa de Thamos en 1774, Mozart escribió dos coros para encabezar los actos 1 y 5. En cuanto a los cinco entreactos instrumentales, hay opiniones diferentes: algunos expertos los sitúan en 1779, para una producción a Salzburgo a cargo de la compañía visitante de Johann Böhm, y otros sostienen que ya estaban escritos también en 1773 y que simplemente fueron revisados seis años más tarde.
Estas piezas instrumentales están pensadas para hacer de nexo entre los cinco actos individuales del drama heroico de Gebler y revelan Mozart como compositor de música programática. Según una nota de la Salzburger Theaterwochenblatt, un semanario informativo del 3 de enero de 1776, la gran escena coral número 7 no data de 1779 sino que ya se había interpretado en Salzburgo en 1775.
La apertura procede de la sinfonía K184, de tipo italiano, con figuración mecánica, texturas simples y tres movimientos enlazados. Es de estilo dramático, con pasajes al unísono y fuertes contrastes dinámicos y un Andante en do menor en que el tema se basa en escritura imitativa.
Estas piezas representan un paso importante en un viaje que debía llevarlo a su habilidad impresionante y única para describir situaciones y personajes complejos en música. Mozart tenía una muy buena opinión de esta música. El 5 de febrero de 1783, escribió a su padre en Salzburgo: «Siento mucho no poder hacer más uso de la música de Thamos. La obra ha sido descartada porque no ha gustado y no se volverá a hacer. Se debería hacer aunque sólo fuera por la música.